viernes, 3 de junio de 2016

CUENCOS TIBETANOS
Los cuencos tibetanos se obtienen a partir de la aleación de los siete metales, los cuales cada uno de ellos simboliza a un planeta, así tenemos que:
Oro simboliza al Sol, Plata a la Luna, Mercurio a Mercurio, Cobre a Venus, Hierro a Marte, Estaño a Júpiter y Plomo a Saturno.
Desde la antigüedad el sonido ha tenido un uso “terapéutico”, estimulando las emociones, transmitiendo mensajes ligados a diversos estados físicos y así poder conectarnos con la frecuencia sonora y entrar en la armonía de la música de los Planetas.
El sonido es la fuente de todas las cosas ya sean visibles o invisibles y todas las tradiciones religiosas lo consideran un medio para poner al espíritu en contacto con las esferas celestes o la llamada música de las esferas.
También los místicos de todos los tiempos han atribuido a la música un lugar preponderante, considerando al sonido como una fuente de inspiración para la meditación y una vía directa para acercarse a la divinidad.
Cuando un cuenco tibetano suena se crean fuertes vibraciones que se propagan y se van difundiendo por todo el cuerpo, removiendo y abriendo nuestra energía, por lo que se crea una concordancia entre el cuenco y su poseedor, esto hecho varias veces provoca un estado de unidad y profunda paz, llegando más allá del relajamiento, moviendo la energía eliminamos esa mala energía que tenemos y la reemplazamos por energía positiva. Al ser el cuerpo humano un conjunto de vibraciones y ondas, los órganos sanos vibran con la frecuencia justa y los enfermos tienen una frecuencia alterada que este sonido repara.
A la vez que alineamos nuestra conciencia con estos sagrados instrumentos, nos vamos introduciendo en el Universo sonoro para poder encontrar la ruta de acceso al orden armónico y natural de la vida. Esta repercusión nos beneficia para entrar en la frecuencia sanadora, nos sentimos integrados, armoniosos, nuestra vibración se vuelve fuerte, irradiada de las virtudes que moran en nuestra naturaleza, nos sentimos dichosos y en paz.
En el camino de nuestra armonización nos van cantando nuestra música interna, ayudándonos a centrarnos, a atravesar nuestras disonancias con los diferentes tonos y los distintos toques van moviendo la energía en la dirección adecuada con nuestro macrocosmos y así notaremos una sensación de bienestar físico y espiritual.
La vibración de los cuencos tibetanos estimula al cuerpo, ya que éste al entrar en sintonía con sus frecuencias armónicas le ayuda a encontrar por sí mismo sus propias frecuencias y guiado por estas vibraciones el cuerpo se une a las ondas vibratorias primordiales.
Por eso es tan importante el sonido vibratorio de los cuencos tibetanos
CUENCOS DE CUARZO
Vasijas circulares construidas artesanalmente a partir del cuarzo más puro, que al ser rozadas por varillas son capaces de emitir pulsos acústicos de alta frecuencia vibratoria. La tradición dice que los cuencos de cuarzo fueron creados en la Atlántida y luego llevados a otras culturas cuando el continente desapareció. En los templos egipcios se han encontrado vasijas de alabastro que se asemejan mucho a los cuencos de cuarzo.
Los hierofantes eran sabios y al mismo tiempo sacerdotes. Llevaban esas vasijas a las diferentes cámaras del templo y de acuerdo con la nota musical con la que vibraba la vasija, se le asignaba a ese espacio sagrado un color, una geometría, una ecuación matemática y un diseño arquitectónico para crear un campo armónico de energía propicio para las ceremonias.
El cuarzo es una sustancia muy abundante en todo el universo y, por supuesto, en nuestro cuerpo; hay cristales de silicio en nuestras células. Cuando enfermamos, en realidad nos desarmonizamos y el efecto de las vibraciones de los cuencos es entrar en contacto con los centros de energía o chakras desarmonizados y restablecer la frecuencia original. La idea de la existencia de una frecuencia original significa ni más ni menos que todo el universo es una gran obra musical. Parece una teoría poética, pero las experiencia realizadas indican que es muy cierta.
En la NASA estudiaron las vibraciones de los cuencos de cuarzo y sus efectos, y descubrieron que eran similares a las de los anillos de Urano, el séptimo de los planetas que gravitan alrededor del Sol. Todos estos descubrimientos llevan a suponer que la cirugía del futuro estará basada en el sonido y al color. No es tan raro, el láser es una concentración de rayos de luz. El sonido aparece en textos remotos cuando describen la técnica que utilizó Thot para construir las grandes pirámides.
Thot es un dios egipcio que parece provenir de dos divinidades lunares, un dios Ibis (ave venerada por los egipcios) y un dios Babuino, mono con cabeza de perro. Los griegos lo identificaron como Hermes Trimegisto, creador de la ciencia hermética. El maestro Thot describe en sus enseñanzas la energía takiónica como la vibración principal que da vida al universo: el amor. Esta vibración fundamental combina el sonido (principio femenino de Dios) y la luz color (principio masculino de Dios). Utilizando esta tecnología habrían logrado crear campos acústicos y lumínicos que al ser proyectados sobre los bloques de piedra y granito consiguieron que perdieran gravedad y levitaran, lo que permitió transportarlos y ensamblarlos con precisión geométrica.
Todo el universo es extraño y maravilloso. Vivimos un momento muy especial, místicos y científicos dicen lo mismo con distintas palabras. El planeta está a punto de dar un salto cuántico y pasar a otro nivel de conciencia basado en el amor. La Tierra pasará de la niñez a la adolescencia.
Siempre que está por producirse un gran cambio surgen procesos de reacción. Todo el mal parece salir a la superficie. Es necesario que sea así, que el paisaje se limpie, para que nazca la luz. Es lo que estamos viviendo en estos momentos, por eso parece todo tan difícil. Esta es otra de las funciones de las vibraciones de los cuencos: ayudar al mundo a alcanzar otro nivel de conciencia.
En la India, los investigadores establecieron los efectos vibratorios de los cuencos de cuarzo en relación con los chakras. Al chakra de la coronilla corresponde la nota si y el color blanco; al de la frente, la nota la y el violeta; al de la laringe, la nota sol y el azul; al del corazón, el fa y el dorado; al del plexo solar, el amarillo y el mi; al del ombligo, el verde esmeralda y el re, y al chakra base, la nota do y el rojo rubí.
EL GONG
El gong es un instrumento formado por una gran plancha metálica circular de diversas aleaciones, que una vez percutida posee una gran capacidad de resonancia y una profundidad de sonido más amplia que la de los platos, resultando una calidad sonora más redonda,
Existen dudas a la hora de diferenciar al gong con otro instrumento prácticamente idéntico: el Tam-tam. Primeramente, surge la confusión del tam-tam con el tambor africano con mismo nombre. Básicamente, la diferencia esencial es que el gong produce un sonido afinado, mientras que el tam-tam produce un sonido indeterminado.
El gong es un instrumento de amplias posibilidades. Una primera surge al percutir el gong directamente con un solo golpe mediante una maza. Esta primera posibilidad se agranda según en la zona del gong donde percutamos. Una segunda posibilidad es cuando percutimos con dos mazas iguales, lo que nos da la posibilidad de realizar trémolos.
El sonido del gong tarda unas décimas de segundo en producirse, por lo que el percusionista debe anticipar dicha percusión. Cuando desea apagar el sonido, unas veces lo consigue con las manos, y otras abrazando literalmente el instrumento. El gong permanece suspendido sobre un soporte, y frecuentemente, es percutido, además de por mazas, por diferentes baquetas y utensilios.
El Sonido del Gong crea una relajación profunda, liberándonos del torrente de pensamientos que nuestra mente descarga, y estimula el sistema glandular hacia un nivel más elevado de funcionamiento.
"El Gong es muy simple. Es un sistema intervibratorio. Es el sonido de la creatividad misma. Aquel que toca el Gong, toca el Universo. El Gong no es algo ordinario que tocar. De él vino toda la música, todos los sonidos, y todas las palabras.
El Sonido del Gong es el núcleo de la Palabra.
El Gong no es un instrumento ni un tambor. El Gong es una hermosa vibración reforzada. Es como una multitud de cuerdas, como si tocaras un millón de cuerdas.
El Gong es la única herramienta con la cual puedes producir esta combinación de vibraciones espaciales."
Yogi Bhajan

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